LA ESKINA global , periodico cultural

lunes, 28 de junio de 2021

LA ESKINA global 104

No 104, junio de 2021, laeskinavirtual@gmail.com; http//bloglaeskinavirtual.blogspot.com; WWW.ELLIBROTOTAL.COM
Bucaramanga; LA ESKINA: Gloria Inés Ramírez M.; Claudio Anaya Lizarazo. 
©Reserva de derechos de autor. Las opiniones expresadas en los artículos de esta edición son responsabilidad de sus autores.
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YO VENGO A OFRECER MI POEMA

Es una extensa colección de poemas y de poetas, que han alzado su canto desde distantes lugares del mundo, para desnudar los mecanismos de esta época de falacias, sostenida por la mezquindad humana enquistada en el poder.

Esta valiosa y sorprendente colección de poemas, pregunta por los motivos fundamentales de la vida, por nuestro sentido de nación, por la resistencia de sucesivas generaciones que han pagado su sueño y su lucha con una cuota de líderes desaparecidos, asesinados o, silenciados en vida, por la violencia política ejecutada desde el “estado” y sus profundas esferas de poder. También pregunta (en palabras de su editor) “por la violencia contra la mujer, por la injusticia y la corrupción, por la identidad latinoamericana, por el dolor del mundo, por las formas de hacer Memoria con la ayuda de la belleza y el asombro”.

Yo vengo a ofrecer mi poema, editado en simultáneo por las editoriales escarabajo y ABISINIA, Bogotá, Buenos Aires, 2021, cuya selección y curaduría estuvo a cargo de Fredy Yezzed, Stefhany Rojas Wagner y Eduardo Bechara Navratilova, y con prólogo de este último autor; es un extraordinario y necesario esfuerzo editorial que reúne en una sola publicación a 147 poetas y sus cantos de resistencia para entonarlos en la plaza pública, para contar desde la poesía la lucha de los pueblos latinoamericanos, para conocer las raíces de nuestros pueblos originarios.

Dentro de esta extensa lista de poetas, conforman el capítulo de Santander, poetas como: Antonio Acevedo Linares, Luz Helena Cordero Villamizar, Yirama Castaño, John F. Galindo, Pablo Montoya, Álvaro Castañeda Vargas, Jorge Andrés Garavito Cárdenas, Diana Peña Reátiga, Stella Higuera, y otras y otres.

STELLA HIGUERA

 La Bandera de Colombia

Inspirado en un poema de Elvira Hernández
Se escapa de los claustros solemnes
en busca de otro himno y otros vuelos
la Bandera de Colombia.
 
Errante y expuesta a la intemperie
se enarbola paseando por las calles;
dirige un concierto de cacerolas,
                                    tambores y violines.
 
La Bandera de Colombia arrastra sus alpargatas
campesinas ante los monumentos y los palacios.
La Bandera de Colombia es un árbol antiguo
ataviado de cuerpos y sangrantes ramas.
 
A la Bandera de Colombia la lastiman,
cae una, dos y tres veces sobre los barrizales.
En las grietas de su rostro la savia asoma lenta.
Habla con los pies jadeantes y los ojos vendados,
la Bandera de Colombia; con sus manos
teje entre jirones y pólvora un tapiz resistente.
 
Y sigue la marcha, la Bandera de Colombia, con su cabeza rota
y sus muchachos entre los brazos.
 
Sigue su marcha, la Bandera de Colombia,
                                        y se pierde entre la multitud.

 

ANTONIO ACEVEDO L.
 
Bienaventurados II
 
Los heroicos
los desaparecidos
los torturados
los enterrados en
algún lugar desconocido
en la montaña
los repatriados de
algún lugar del mundo
los clandestinos cubiertos
por una bandera proscrita
los que bajan muertos río abajo
con un disparo en el corazón
los asesinados en despoblado
en masacres a mansalva
los acribillados con
alevosía y sevicia
así en la paz como en la guerra.
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LUZ HELENA CORDERO V.

Postal

Qué cosa es el país, te preguntas a veces.
Quizá esa memoria fragmentada
que de vez en cuando te asalta
en forma de nombres o de calles perdidas
y no sabes
si es el sitio al que regresas ahora
o el lejano lugar a donde llegabas todos los días
fatigada de voces o de asfalto.
Quizá acabas de llegar a tu cuarto
pero tienes el rostro de hace años
y no sabes
si detrás de la puerta te espera
la sombra de siempre
o es tu madre calentando tantas veces la misma comida
para tu hambre antigua.
El país se te mezcla en la nevera,
hay olores que encuentras aunque vienen de atrás,
pedazos de pan húmedo que vuelven a tus dientes,
el sol a cierta hora sobre cierta maleza
que hace tiempos mandaron arrasar
y sin embargo retoña en tu mirada.
No importa dónde estés
el país se te enrosca en el cuello,
te chilla como un grajo mutilado,
te clava la pena como uña sangrienta.
Pero te sabes inocente, si existe la inocencia,
si no somos culpables por callar,
por seguir vivos entre este olor que pudre.
A veces el país no existe más que en estas postales
que compro para ti,
en el dejo que tienen las palabras de los amigos.
Allá, el país es sólo un nombre que te persigue
con un cielo prestado.
Aquí, el país sucede, palpita en el estómago.


YIRAMA CASTAÑO

Se fueron los héroes

La oportunidad para escapar
huyó entre las fronteras de lo imposible.

Las trampas empezaron a delatarse
y el muro a caer de espaldas.

Como cuando te conocí
que era diferente porque te ocultabas
en los árboles.
La casa estaba pintada
y las paredes eran más pequeñas.

El camino pavimentado no resiste las muletas.

Ya no te conozco.
Las ruinas te han rodeado.
Te han tomado de rehén.

Se fueron los que no
debían apagar el fuego.
Se fueron los que no
y quedamos sólo nosotros
quedamos
solos.

JOHN F. GALINDO

El Capitalismo se ha comido a mi perro

Con el propósito de lamentarme, pongo aquí el ejemplo de

una oración                  escrita sobre la tirilla de la compra

que

mide 426 kilómetros de largo –la distancia exacta entre

este yo y mi yo que ya no existe –        y que está escrita

en un lenguaje futuro por un lado y por el otro conserva

una carta de despedida firmada por mi perro

que

habita ahora las entrañas de ese monstruo que patrulla

nuestras calles por la noche                     y asesina las

esquinas y las sombras

Acabo de realizar la típica compra de un hombre

obsesionado con la muerte

Nada poseemos ni aquí ni en ninguna parte –porque el

azar nos lo ha quitado todo–, salvo el poder de decir y

salvo la destrucción del yo

rendirse en el pasillo de los lácteos

extasiarse con el ladrido lejano del mercado

Cuanto más real es el deseo de justicia, más violenta es

la rebelión del alma                 tan solo comparable a un

cuerpo vivo que se quema con el fuego

LA ESKINA global es un proyecto cultural de distribución gratuita.

LA ESKINA global proyecto cultural y educativo.

Edición y dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño y diagramación: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.

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