LA ESKINA global , periodico cultural

lunes, 6 de diciembre de 2021

LA ESKINA global 109

               LA ESKINA global ISSN 1900 – 4168

No.109, noviembre de 2021, laeskinavirtual@gmail.com; http//bloglaeskinavirtual.blogspot.com; WWW.ELLIBROTOTAL.COM; Bucaramanga; Grupo LA ESKINA: Gloria Inés Ramírez M.; Jaime Rojas Neira; Claudio Anaya Lizarazo (director); ©Reserva de derechos de autor. Las opiniones expresadas en los artículos de esta edición son responsabilidad de sus autores.

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SUMA PAZ

-La utopía de Mario Calderón y Elsa Alvarado-

Elvira Sánchez-Blake

 Reseña 

Periodista, académica y escritora colombiana, además de comunicadora social y periodista de la Universidad Javeriana (Bogotá); trabajó como reportera en Colombia. Obtuvo una maestría y un doctorado en Literatura Latinoamericana en la Cornell University, Ithaca NY, en donde ha sido profesora de Literatura y Estudios culturales.    

Sus publicaciones incluyen obras académicas como: Patria se escribe con sangre, Anthropos 2000, una monografía sobre testimonios de mujeres en la violencia en Colombia; Latin América women and the Literature of Madness, McFarland, 2015, un acercamiento crítico a las narrativas de la locura en la literatura latinoamericana; es coautora del libro de texto Voces hispanas siglo veintiuno, Yale UP, 2005; y del compendio crítico El universo literario de Laura Restrepo, Taurus, 2007; autora de la novela Espiral de silencios, Beaumont, 2009, y Memoria cultural, 2020, novela donde combina documentación testimonial del conflicto colombiano desde una perspectiva femenina. Es autora de numerosos artículos académicos y colaboradora habitual de revistas y publicaciones literarias.


Reseña de Suma Paz
Por Claudio Anaya

    Suma Paz es un libro polifacético, trata sobre la historia de Mario Caderón y Elsa Alvarado, su vida, su obra, su muerte, y su legado para la sociedad colombiana, pues hicieron parte de la Reserva Natural Suma Paz; en palabras de la autora: “una de las primeras iniciativas que pretendía instaurar una agenda ambiental de paz con desarrollo comunitario. Estos líderes dieron primordial importancia a lo que hacía falta en un país cuya historia abundaba en devastación de los recursos. El proyecto Suma Paz pretendía iniciar un despertar de la conciencia ambiental y social para el beneficio de todos”.

      Esta pareja de ambientalistas fue asesinada el 19 de mayo de 1997 en Bogotá. Con este múltiple crimen, tal vez, se inició una incesante serie de asesinatos de ambientalistas, defensores de derechos humanos, líderes comunitarios y personas que trabajan por el bienestar social, y a todo aquel que se oponga al modelo de desarrollo basado en la explotación inmisericorde de los recursos naturales, en el desplazamiento de comunidades autóctonas, en la deforestación y explotación maderera, en la minería intensiva e informal, y en la instalación de gigantescas centrales hidroeléctricas. Esta cobarde serie de crímenes, es un fenómeno que se ha intensificado en la actualidad, demostrándose con ello dos cosas: o, la falta de una verdadera política social y ecológica de los últimos gobiernos en Colombia, o, su verdadera política.

     Suma Paz es una crónica dictada por el amor fraternal, ese deber memorioso que se debe tener para con los amigos caídos, el rescate de su obra y su proyecto, como una forma de no condenarlos al olvido, y al contrario, como otra manera de sentirlos vivos, de saberlos actuar entre nosotros, de conferirles otro nivel de su presencia. Por esto, Suma Paz, es un gran esfuerzo de Elvira que, por medio de una pormenorizada narración que aspira a atrapar al máximo el devenir comunitario y ecologista de esta singular pareja de ambientalistas, logra rescatar un cúmulo de hechos que concretaron su vida y su obra, basándose en variados testimonios de amigos y personas que trabajaron con ellos, basándose en documentos de las entidades a las cuales ellos ayudaron a conformar, y en entrevistas, fotografías y testimonios de quienes los conocieron; nuevamente en palabras de la autora: “Es, además, una forma de rendir tributo a miles y miles de víctimas de la violencia desalmada de este país por pensar y sentir de manera diferente”.

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Suma Paz
una nota sobre Mario y Elsa
(prólogo)

Por Francisco de Roux
Presidente de la Comisión de la verdad

Los años pasan y la presencia de Mario y Elsa va con nosotros en medio del camino.

De Mario, recuerdo la apertura hacia la vida que lo llevó a intentar todas las experiencias sin entregar la fidelidad a sí mismo. Nos dejó la pasión por el ser humano y por la naturaleza; y forma peculiar de buscar ese misterio que llamamos Dios, más allá de los rituales de las religiones y abierto a todos los ecumenismos. Los vecinos del barrio Sucre hicieron un pequeño parque con su nombre para recordarlo siempre cuando subían hacia San Martín, porque por todas partes los invitaba a sembrar árboles y cuidar la montaña.

Lo recuerdo en París, cuando nos contó que dos policías lo detuvieron mientras amarraba un pasacalle de tela en los Campos Elíseos contra Turbay, que viajaba por Europa, y tenía presos en las caballerizas a dos compañeros del Cinep (Centro de Investigación y Educación Popular). Los policías lo llevaron a la gendarmeríe y él les habló con tal convicción de las torturas que se hacían en Colombia que los policías terminaron llorando, lo dejaron libre y lo acompañaron a poner el pasacalle.

Mario fue enviado por los jesuitas a la parroquia de Tierralta. Allá hizo llave con Sergio Restrepo en la lucha contra los paramilitares y la defensa de los indígenas. En 1989, los paramilitares mataron a Sergio. Estaba yo de director del Cinep y le pedí al provincial de los jesuitas que nos enviara a Mario, donde pensábamos que tendría un lugar más seguro.

Elsa había llegado al Cinep portadora de iniciativas, sugerencias e imaginación que desbordaban nuestra insistencia en los conceptos y las especulaciones sociales y políticas y los derechos humanos. Ella traía otro mundo, donde la comunicación empezaba a explorar el campo de la imagen que después correría por la web. Recuerdo su mirada intensa y su elegancia informal y alegre.

Un día Mario tomó el camino de dejar el sacerdocio en respuesta a su búsqueda interior y para continuar de otras maneras la entrega por la vida, la justicia, las culturas y la Tierra. Y otro día él y Elsa, que eran buenos amigos, se hicieron pareja. Y los quisimos a los dos y quisimos su amor como un regalo de la vida y una parábola de la aventura seria de quienes se unen con alma y cuerpo y comparten un mismo ideal de búsqueda y de lucha. Varias veces celebramos momentos inolvidables en el apartamento de Chapinero, que se llenó de ternura cuando nació Iván.

Yo estaba en el Magdalena Medio cuando me contaron que los habían asesinado. Nunca el Cinep sintió más profundamente una tragedia. Recuerdo la celebración de su partida en la iglesia de los jesuitas en La Soledad con participación de un rabino, un obispo anglicano, un imán musulmán y otras personas de diversas confesiones religiosas… Mario fue un referente de unión entre tendencias y creencias: todavía una manera de recordarlo es referirlo como el primer “obispo de oriente”, título que recibía con picardía para que no nos tomáramos muy en serio.

Mario y Elsa siguen con nosotros en la gratitud con la que despertamos cada amanecer para mantener viva la esperanza.

LA ESKINA global es un proyecto cultural de distribución gratuita.

 

LA ESKINA global proyecto cultural y educativo.

Edición y dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño y diagramación: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.