LA ESKINA global , periodico cultural

viernes, 13 de diciembre de 2019

LA ESKINA magazín número 70

LA ESKINA magazín   ISSN 1900–4168
Magazín No 70, noviembre de 2019, laeskinaperiodicocartel@gmail.com; laeskinavirtual@gmail.com; blog: https://laeskinavirtual.blogspot.com/; Bucaramanga; 
Consejo editorial: Gloria Inés Ramírez M., Gloria Elena Carillo, Carlos Lizcano, Claudio Anaya; diseño; Gloria Inés Ramírez M.; LA ESKINA en LIBRO TOTAL: www.ellibrototal.com: Daniel Navas; se distribuye en: Llega la noche en emisoras El túnel rock y UIS Stereo; Casa Cultural El Solar; IMCT de B/manga; Museo de Arte Moderno de B/manga; UCC, Cineteca Municipal Centro Cultural del Oriente; FUSADER; Coliseo Peralta; Fundación TOTEM; UNICIENCIA; UDES; UNAB; Normal Mixta de Bucaramanga; ICP )
©Reserva de derechos de autor. Las opiniones expresadas en los artículos de esta edición son responsabilidad de sus autores.

RINA  CECILIA  CONTRERAS  MACHADO
Y

”Luces de la ciudad”;

algo de su historia

Comunicadora Social Periodista y Organizacional, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga

Hace 26 años, en julio de 1993, Rina Cecilia se vinculó a la Emisora Cultural Luis Carlos Galán Sarmiento, inicialmente como practicante, luego como contratista y, finalmente, en enero del 2000, como funcionaria pública, en el cargo de Coordinadora de la Sala de Música; por medio de un convenio que se llamó Biblioteca-UNAB-Alcaldía, se contrató a nueve estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, para que desarrollaran su práctica profesional en esta emisora. Fue así como el Dr. Jorge Valderrama Restrepo, delegó en estos practicantes, los programas que debían producir con el apoyo de productores externos, con el fin de ir conformando la parrilla de programación que en ese momento no existía porque aún la emisora estaba en periodo de prueba, y sólo se limitaba a emitir música sin presentación. En esa tarea, el Dr. Valderrama escogió a Clara Teresa Jurado Sarmiento y a Rina Cecilia Contreras Machado, para que hicieran un informativo cultural a través del cual se difundieran todas las actividades artísticas, culturales y académicas de Bucaramanga, y se destacara a los artistas locales. Con el tiempo el programa fue extendiéndose, hasta cubrir la agenda cultural del Área Metropolitana, del departamento y algunos eventos  de carácter nacional.

El primer programa de difusión cultural de  la Emisora Cultural Luis Carlos Galán

Sarmiento, que salió al aire hace 26 años, fue el informativo cultural “Luces de la Ciudad”, cuyo nombre fue escogido por la compañera de fórmula de Rina Cecilia: Clara Teresa Jurado Sarmiento, en honor a una película de Charles Chaplin: Luces de la Ciudad. Con seguridad fue el primer informativo radial de la región, dedicado única y exclusivamente a la difusión del arte y la cultura, con un espacio inicial de emisión de 15 minutos en la mañana; más adelante, esos 15 minutos se repetían en la tarde, para luego ampliarse a una hora, presentando durante su trayectoria hasta la actualidad, muchos cambios, pero conservando su espíritu inicial de promoción y difusión el arte y la  cultura de nuestros artistas y gestores, quienes conforman ya una extensísima lista.


De Rina se recuerda principalmente su sensible personalidad y su vocación de servicio, su altruismo y la dinámica que supo imprimir a su programa “Luces de la  ciudad”, hasta el punto en el cual hoy, y sin demeritar a los profesionales que actualmente lo dirigen, aún se asocia al programa con su nombre.




 Página 2
 HUMO DE LA VOZ
De lo maravilloso i lo autóctono, 
en 
Vicente Arenas Mantilla
  por Claudio Anaya Lizarazo

Tres libros componen su obra: Cartas ejemplares, Editorial La Cabaña, Bucaramanga, 1906; Estampas de mi tierra, Imprenta del Departamento de Santander, Bucaramanga, 1941; i Crónicas y romances, imprenta del Departamento de Santander, Bucaramanga, 1960; i se encargan de la historia menuda de sus coetáneos, pequeñas noticias i sucesos muy locales, recordados con la picaresca del lugar i contados con la fruición que nos puede dar el genio de lo absurdo o de lo mágico. Vicente Arenas Mantilla practicó la crónica i el romance, matizados por su singular humorismo costumbrista, cuya  más cercana categorización genérica puede ser la del cuadro de costumbres, (con algo de aventura podríamos decir que su oficio hunde sus raíces en el Criollismo, el Costumbrismo i hasta en el lejano Romanticismo, aun teniendo en cuenta los sesgos que identificaron o diferenciaron a estas escuelas), i cuya base, además de la literatura decimonónica i algo de las escuelas vanguardistas de las primeras décadas el Siglo XX, fue también una rica tradición oral con sus mitos i leyendas, pletórica del elixir entre amargo e hilarante de la sabiduría filosófica de los refranes, que impactó gratamente a su pueblo i a muchos otros de sus lectores en Santander i en el país, pues él sabía extractar de la elemental cotidianidad los sesgos de las situaciones, que por obvios, podían generar la chispa del humor, con algo de indolencia en su discurso, es cierto, pero el humor es así.

En un medio todavía bajo los influjos de una desbordante naturaleza, junto al acervo de leyendas que heredaron i también crearon nuestros ancestros, tenía por fuerza que generarse i mantenerse el ámbito de lo mágico. Se puede afirmar que en la época de este cronista, la fantasía i el mito estaban para combatir el tedio i la monotonía; el bajo nivel de escolaridad i la adoctrinación religiosa, sumados al denso aunque fraccionado sustrato mítico, conformaron esa amalgama entre la magia i la ironía, con la cual el pueblo contaba i trataba de explicarse los fenómenos que inclusive entonces, en cierto modo, eran también inexplicables en buena parte para la ciencia; sencillamente, lo maravilloso formaba parte de la vida.

Con su trabajo no se proponía hacer grandes aportes técnicos o revelaciones a la literatura sino regodearse en los rasgos típicos de su gente, contribuyendo así i no exento de cierto carácter crítico, a la definición del perfil cultural de su  región. Por este motivo, sus temas son la vida cotidiana i relativamente anodina de su natal Piedecuesta, de Bucaramanga i de esta zona, sus ferias, sus costumbres, sus hechos históricos, sus pugnas, sus tragedias. En sus escritos, maese Vicente Arenas Mantilla revive pintorescas escenas, que son la amplia i densa base de nuestra historia social; con sus apuntes típicos caricaturizó el alma popular en sus múltiples facetas, partió de ella i con los recursos de la vieja crónica, supo interpretar el espíritu de su tierra, religioso, mágico, supersticioso, también pragmático, para así, legarlo a la posteridad.

Romance del Ánima Coy

Al punto de media noche,
por San Antonio hacia abajo,
entre lamentos profundos
y alaridos muy macabros,
un bulto blanco camina
calle abajo, calle abajo,
y mientras reza, suspira,
suspira largo, muy  largo.

Es Benedicta Rovira,
dicen los que la escucharon
durante largas centurias,
los miércoles y los sábados,
al golpe de media noche
cuando bajaba rezando,
con su túnica de llamas
y una canilla en la mano.

Es Benedicta ¡Dios mío!,
piadosa Virgen del Tránsito,
decía al oír los gemidos
don Policarpo Avendaño.
-La conozco por el timbre
de la  voz, y por los cascos
de mula que le salieron
por matar a su Rosario.

Con las puertas bien trancadas
mucho tiempo la miraron
las muy devotas matronas
de mi pueblo, que rezando
el credo y las siete salves,
la sentían pasar brincando,
como chulo algunas veces,
y otras veces  como cabro.

Cada lamento se oía
más lastimero, más lánguido;
y el pelo se le paraba
al pobre de uno, en el acto.
Muchos cayeron privados
en plena calle, a lo largo,
al toparse a Benedicta
el espanto más espanto.

-Ayudadme… decía a veces,
a rogar por mi Rosario,
mi hija niña a quien maté                
en el pozo hace veinte años…
Ayudadme… almas piadosas,
con limosnas y sufragios
a salir de los infiernos
donde ha mucho estoy penando…

Y un olor de azufre intenso,
iba la calle llenando
al paso de Benedicta,
que con su antorcha en la mano,
y entre  aullidos lastimeros,
iba bajando, bajando,
mientras las nobles matronas
rezaban credos y salmos,
y los serenos corrían,
y echaban palo los guapos.


  Página 3
El mago de Arjona y los polvos de doña Liduvina,
 por Vicente Arenas Mantilla

Francamente les digo, que aunque los prodigios ejecutados por el muy célebre mago de Arjona son hechos tan reales como la salida del sol, yo siempre he sentido una chispita de desconfianza con respecto a esas curaciones milagrosas de que todos los días ha venido hablando la prensa costeña, cuyos comentarios acerca de los grandes éxitos del nuevo iluminado, me han tenido a punto de correr hacia él a ver si me cura de la nostalgia que es mi martirio capital.

Un día de estos, nos decía uno de esos periódicos aludidos, que a veinte ciegos de nacimiento los había hecho ver en un santiamén; que a un hombre a quien se le había caído la lengua por una maldición, se la había hecho también retoñar con solo tocarle con una pajita la campanilla; que a un cura le había sacado de la cabeza un camaleón que le habían puesto para atormentarlo los indios del Putumayo, y en fin un sinnúmero de curaciones que han puesto a los médicos a hilar finito y a pensar en qué otra actividad más lucrativa pueden ocuparse.

Y no es que yo no crea en la extraordinaria veracidad de las noticias de los periódicos y de la radio; no, señores, yo nunca he pensado en cometer tamaña irreverencia o desacato; pero como está dicho por el mismo Jesucristo que hacia esas calendas aparecerían falsos profetas, yo no he dejado de tener mis dudas, pero muy reservadas, porque a mí no me ha gustado nunca negarle los méritos a los demás, mucho menos a los curanderos que siempre han sido para mí los mejores médicos.

Y tanto es así, que cuando en Piedecuesta se dijo con insistencia que doña Liduvina estaba realizando por medio de unos polvos milagrosos las más estupendas curaciones en las gentes y en los animales, yo fui uno de los primeros en ir a presenciar tales prodigios, no sin sentir un poquito de miedo porque una vecina me dijo que a un policía lo había convertido en Fara, con solo pasarle por las narices una ramita de perejil.

Dichos polvos, que eran simplemente tierra que la vieja recogía todos los viernes santos junto a la cruz de “La Cantera”, tenían un poder tan asombroso de curación, que no lo tienen hoy ni la penicilina, el hongo, ni los rayos X; mucho menos ninguno de esos menjurjes con que se ha venido engañando la buena fe de las gentes, que bien pudieran curarse de sus enfermedades con procedimientos botánicos, inofensivos para la salud y tan activos y baratos como ningunos.

En mi villa existen todavía personas que recuerdan aquellos polvos portentosos, ya que a ellos le deben muchos la riqueza y otros la larga vida de que han disfrutado. Digo que la riqueza, porque a un sujeto del valle de Guatiguará que se hallaba en vísperas de suicidarse por ruina económica, doña Liduvina con su magia le convirtió en oro todas las piedras de la huerta, y a un caracolí lo transformó en vaca lechera, con la sola pronunciación de unas palabras cabalísticas que aunque me las sé de memoria porque la bruja me tenía mucha confianza, nunca me he atrevido a enseñárselas a nadie, pues la leche de la tal vaca ha venido produciendo en ciertos matrimonios de la región un alto porcentaje de bobos y de borrachines.

Un día murió, en la casa del Padre Mantilla, un perrito que era el encanto y la entretención de mi antiguo confesor. Como en dicho momento nos encontrábamos en el despacho parroquial Daniel Remolina y yo tratando de venderle al ama de llaves un gatico romano al cual habíamos enseñado a ejecutar un sinnúmero de musarañas, al darnos cuenta de la aflicción que dicho fallecimiento causó en el ánimo de aquel incomparable pastor de almas, corrimos hacia Villanueva en donde la vieja Liduvina tenía establecido su consultorio, y en un instante la informamos de lo acontecido. Ante tan deplorable noticia, la bruja estalló en gritos y sollozos que hicieron acudir a muchas vecinas, las que en cuestión de segundos ayudaron a la bruja a acicalarse debidamente, y una vez echada encima su mantellina y con su cajita de polvos por delante, nos encaminamos todos hacia la Casa Cural, donde ya doña Cleofe estaba dando principio al amortajamiento de “Caracucho”, y Antonio Pelayo que actuaba como sacristán, fabricaba la urna donde el más mimado de todos los canes de la tierra iba a reposar su último sueño.

Herminia Durán y otras tres plañideras que habían sido contratadas para el velorio de “Caracucho”, rodeaban el féretro cuando hizo su entrada en la alcoba la vieja Liduvina, que toda fatigosa y desmelenada por la carrera, se lanzó como una loca sobre el cuerpo inanimado del fallecido perrito, que no respondió a sus ruegos, ni a sus conjuros, ni a los sobatorios que por todas las partes del cuerpo le hizo con sus polvitos; mucho menos a sus imploraciones suplicatorias, ni a sus lágrimas candentes con las cuales empapó la mortaja aquella ponderada bruja de Villanueva, de cuyo fracaso profesional mucho me acuerdo cada vez que leo en los periódicos esas milagrosas curaciones de magos y de iluminadas.

Hoja suelta

¿Debe la literatura pasar por el cedazo de la política?
Por Silvestre Lixaus
No sólo se deben defender los Derechos Humanos al interior de regímenes dictatoriales de izquierda; los escritores europeos como el austriaco Salman Rushdie, la presidenta del PEN América, Jennifer Egan, el británico Hari Kunzru, Joyce Carol Oates, y Slavoj Zizek,  entre otros notables, que critican la concesión del Premio Nobel de Literatura en 2019 a Peter Handke, actúan como títeres gratuitos de los regímenes de derecha hacia los cuales manifiestan sus simpatías y al interior de los cuales, para nadie es un secreto, se violan diariamente los derechos humanos no sólo de las minorías étnicas sino de toda la ciudadanía; sociedades donde aún se practica por hambre o por bala el exterminio sistemático de minorías étnicas, se entablan nuevas formas de esclavitud y se niegan los derechos hasta el de la vida, terminando en la destrucción del planeta que es en última instancia el total despojo a las presentes y futuras generaciones.

Handke ha sido criticado desde los años noventa, por su postura de apoyo en la guerra de Yugoeslavia al líder servio Milosevic, y por su condena a los bombardeos de la otan y de estados  unidos. Desde entonces ha sido atacado por un amplio abanico de intelectuales como por ejemplo Susan Sontag. En semanas pasadas, Dan Therriault, dramaturgo estadounidense, recordó que Harold Pinter, Premio Nobel en 2005, también había expresado públicamente su desacuerdo con los mencionados bombardeos de la otan y de estados unidos, y recibió el Nobel sin tantas críticas, aunque es cierto que el dramaturgo británico no asistió al funeral de Milosevic.

Esta noticia hace que me pregunte, si ¿las posturas políticas de un escritor, aunque no estén implícitas en su obra, pueden ser utilizadas por críticos politizados que pretenden descalificar aparentemente a un hombre, cuando en realidad lo que persiguen es ningunear su obra? ¿Pueden los críticos de Hankde alzar su voz en este caso, cuando no la han alzado, por citar unos pocos ejemplos entre muchos, contra la masacre en modo cuentagotas contra la población negra en los estados unidos, o contra las políticas invasivas de las actuales potencias en el nuevo reparto de las áreas estratégicas del planeta, ocasionando con esto millonarias víctimas, a lo cual también podemos llamar masacres u holocaustos?

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 Charlas con “Pichuco”
EDITORIAL

por Carlos “Pichuco” Lizcano 

Estamos viviendo una época en que la sociedad dedica gran parte de su tiempo a la escritura y tal vez, también a la lectura. Sin embargo, y como siempre suele suceder en todos los aspectos relacionados con este modernismo, estamos cambiando calidad por cantidad y reflexión por rapidez. Y es que efectivamente, la verdadera escritura exige de lentitud, precisión y reflexión; algo poco común hoy día. No terminamos de leer un mensaje en nuestros “aparatos inteligentes”, cuando ya los estamos contestando, de forma desaforada e irracional, con el único propósito de no dejarnos tomar ventaja, en lugar de expresar conceptos coherentes y racionales.

Pero no siempre fue así. En nuestro medio regional, editar una publicación de tipo cultural o “Revista de Letras”, como se les llamó a principios del siglo pasado, siempre constituyó un acto azaroso y quijotesco. Desde las primeras revistas como: Lecturas, Alma Latina, Intenciones, Revista Santandereana, Club Campestre, Selección, Stadium y Revista Literaria del Oriente; para sólo nombrar algunas de la primera mitad del Siglo XX, se luchó desde las imprentas por dar a conocer el pensamiento y creación de poetas, novelistas, oradores, cuentistas, críticos, ensayistas y cronistas, que de una u otra forma, quisieron dar a conocer el sentir de una sociedad que por momentos se debatía entre el desarraigo, el individualismo y los temores hacia fuerzas superiores dueñas de sus destinos.

En la segunda mitad del Siglo XX, por casi treinta años, el suplemento de Vanguardia Dominical bajo la dirección de Jorge Valderrama Restrepo, Miguel Ángel Pérez y Luis Álvaro Mejía, entre otros, se constituyó en un derrotero que señaló el devenir del arte y la cultura, no sólo en Bucaramanga, sino en toda la región. Es necesario mencionar otros medios impresos que no pasaron desapercibidos en los círculos y tertulias de los cultores del arte en Bucaramanga, entre ellos debemos citar por ejemplo: los también suplementos de los diarios El Frente y El Deber o las publicaciones de la UIS: Cátedra y Auditorio, además, revistas de carácter independiente como: Falsas Riendas, El Grillo, Tropos y Umpalá.
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María Tabares
(1958, Bogotá, Colombia). 
Correo: tabares.maria@gmail.com
 
     Poeta y narradora egresada de la Escuela de Escritores de México, SOGEM. Ha formado parte de talleres de poesía, narrativa, dramaturgia y guión en España y México; ha sido publicada en revistas y antologías en Colombia, Ecuador, México y Francia.
     Reconocimientos: -Libro de poemas Y cae y suena y nos invade. Segundo lugar. Museo Rayo y Ediciones Embalaje, 2010.
-Libro de poemas, La luz, poemas de sombra. Premio Nacional de Poesía. Museo Rayo y Ediciones Embalaje, 2011.
-Cuento, Cinco minutos. Tercer lugar. Concurso Nacional de Cuento, Fundación La Cueva, Barranquilla, Colombia, 2012.
-Libro de poemas Los Sombra. Mención de Honor. Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá, 2013.
Otros libros publicados:
-Los Poetas del Megáfono, México, 2008;
-La tortuga feliz (libro de artista); La Diéresis Editorial Artesanal, México, 2012;
-Álulas, El Ángel Editor, Ecuador, 2014.
-Al filo del mundo, Editorial Domingo atrasado, Bogotá, 2019
Otros medios:
-Lectura de poémas por la Paz de Colombia; Youtube
-Poemas; Blog de Eugenia Sánchez Nieto
-Blog de María Tabares
-Poemas Revista Metaforología

Estados de ánimo. Poemas de lo abstracto,
 María Tabares
 (de su libro Al  filo  del mundo, Editorial Domingo Atrasado)
-Es también de aire esta tristeza baja, sin pájaros revoloteando el pulso rojo. De aire sin rumbo, solo existencia como ropa que ahoga y no abriga. Dolorosa es la tristeza que amanece pura tras los párpados, ungida de muerte y peso.
-En sosiego la casa. El sol afuera, inevitable nombrarlo si es el mundo. El agua de la cisterna con su canción oscura. La gata y el sueño junto a la ventana. La silla, el escritorio y este computador-barco navegando entre lo que soy y lo que no, el mar de los peces que huyen.
-Amanece y el abismo dentro del pecho no desaparece. Un colibrí espera a que lo alimente. Mis manos pesan y el dolor de todo golpe es mío. El mar se vacía dentro de un vaso de agua, el vaso estalla en pedazos y la fuerza de gravedad (del amor) junta de nuevo los cristales. Ninguna grieta queda explícita o visible en ese cuerpo que todo contiene. Sin embargo al vidrio le duele el desborde, la fractura, el estar vivo.
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La poeta

María Tabares

entrevistada por

Gloria Elena Carrillo,

Dentro del marco de Marea poética, evento realizado en Bucaramanga por Encuentros con LA ESKINA y El Jardín de la Poesía,  los días 24 y 25 de octubre de 2019 en La Casa del Libro Total y el Coliseo Peralta, respectivamente.
   Buenas tardes, Poeta María Tabares, soy    Gloria Elena Carrillo, hago parte del grupo que está organizando la presentación del 24 de Octubre, aquí en la ciudad de Bucaramanga, en la Casa del Libro Total.
   Me correspondió leer su libro Al filo del mundo. Sobre él, deseo hacerles unas preguntas, para organizar su presentación.
   Poeta, debo agradecerle su escritura y confesarle que su trabajo, me tocó de frente, me esculcó y me dio elementos para pensar en mi papel frente a este tiempo que estamos viviendo. Así que mis preguntas todas tienen que ver con esa mirada, tan distinta, comprometida y significativa que usted tiene, primero como poeta y después como mujer.

   Gloria Elena Carrillo: Cuando digo distinta, me refiero a los ojos abiertos de un lado a otro, esperando que suceda algo diferente; que no rompa la promesa que un día nos hicieron, que muestre que vale la pena estar y habitar. Lo dice en su cuento “La niña”, cuando se baja de silla: “… obligada bajas el rostro, tus ojos están ciegos de tanta luz y lloras porque te arden y porque esta vez tampoco has    visto nada…” ¿Aún espera ver algo que valga la pena la mañana, un suceso que rompa el desaliento e ilumine con luz propia la profunda noche para que todos veamos?

   María Tabares: Creo que en la niña no existe desaliento por el mundo. En ella existe la fé. Un deseo de ver a Dios, reiterado e infructuoso. No sabemos si está es la última vez que lo buscará; sabemos sí, que no es la primera. Quizás, es posible, que sea la adulta que muchos años después no cree que Dios exista y escribe “Suenan las campanas. Dios no sale ni entra…”, aunque nunca lo sabremos.
   Personalmente, no espero “ver algo que haga valer la pena la mañana” distinto que la mañana misma. Creo que aquello que da valor a la existencia es el hecho escueto de existir. Que ningún ser vivo, humano o no, nace para alcanzar algo o tener una misión en la vida, distinto que hacer lo mejor que pueda de su existencia para él y para los demás.

   Gloria Elena Carrillo: Auscultar el paso del tiempo, ha sido una tarea obligada por nuestra inteligencia y también por la fisiología de nuestro cuerpo, usted lo registra y lo muestra a los ojos del lector diciéndole que nada ha pasado, que todo está igual, que es ahí, y ahí permanecen los recuerdos y hechos que no podemos dejar pasar. Lo trae su poema 2005:
   “Cerré la puerta/trece años/ como trece muertos/ como trece asesinatos”/
   ¿Cree que parte de la responsabilidad del poeta, es hacer historia, cuando todo pretende ocultarla, sepultarla, con la risa idiota que provoca un carnaval amañado?

   María Tabares: Pienso que la única responsabilidad del poeta es escribir el mejor poema que le sea posible, de la forma más bella y única que pueda, sobre lo que se le antoje. Que solo esto, y si la suerte lo acompaña, hará historia. No creo que el poeta tenga la responsabilidad de crear conciencia, hacer historia, en mayor o menor grado que cualquier otro ser humano, sea cual sea su oficio.
   Lo que sí creo que sucede es que cuando un poema funciona evoca en el lector algo más amplio, más hondo y libre, que el mundo del autor. En esa medida el poema pasa de ser un fin en sí mismo a convertirse en un medio (metáfora) y de esta manera a hablará de algo más.
   No sé si este es el caso en el poema, pero de llegar a serlo, podríamos pensar que sí cuestiona la linealidad del tiempo, no permite el olvido y sugiere la imposibilidad de que exista un presente aislado y autónomo. 

   Gloria Elena Carrillo: Hay algunos rasgos de su poética, que me muestran que ha hecho de la escritura un oficio, muy distinto al de la poeta Alejandra Pizarnik, ella no encontró en el lenguaje un escape, Usted lo encuentra en la poesía. Así lo manifiesta el poema. “Suenan las campanas de la iglesia”, cuando dice “Dios no sale ni entra/ queda/ afilar el lápiz y escribir a oscuras/. ¿Poeta, la salva la escritura? ¿Cómo es su oficio?

   María Tabares: Sí. Me salva de la soledad, de la aburrición, de la superficialidad. Escribir y leer es lo que ocupa casi todas las horas de mis días. Siempre estoy en ello, aunque en apariencia esté haciendo algo distinto. Nunca me alejo más que unos pocos metros de la palabra escrita. Junto con la lectura siempre estoy con los vivos o con los muertos y la poesía es lo que me permite atravesar la superficialidad del mundo; ver lo oculto en lo existe.
   Antes de escribir suelo tener miedo. Para mí es como atravesar un río a nado debajo del agua. Si logro salir al otro lado, si alcanzo la orilla, la felicidad, el éxtasis, son totales. Vivo una de las mayores alegrías que puedo sentir. Luego viene otra forma del trabajo que también disfruto enormemente: revisar cada palabra, precisar cada imagen, escuchar los silencios, pulir, pulir y pulir, esto suele durar años, hasta que por fin siento que está.

   Gloria Elena Carrillo: Nos nutrimos de realidad para escribir, para poetizar, para cantar, para bailar, para hacer teatro, para crear cine, para todo lo que trae noticia y es nuevo, la realidad es un fuerte ingrediente, pero además las lecturas de grandes personajes del mundo. ¿Quiénes han sido sus maestros y lecturas que han contribuido al fortalecimiento de su oficio? Cuéntenos sobre algunos de ellos, los que la han deslumbrado y han sido luz en su camino.

   María Tabares: Si bien a estas alturas, la gran mayoría de los autores, lecturas y experiencias que he tenido las he olvidado, es cierto que todas, así no las recuerde me constituyen. Se han vuelto parte de mi carne y de mi manera de ver, pensar el mundo y dentro de aproximarme a la literatura y a la poesía.
   Aun así, recuerdo algunos nombres con admiración total. Autoras como Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar, Olga Orozco, Idea Vilariño, Clarisse Lispector, Carson Maccullers, y otros como Jorge Amado, Robert Artl, Jorge Luis Borges, Truman Capote, Albert Camus, Tolstoy, James Joyce.
   El último autor que estoy leyendo, Hector Rojas Erazo, es completamente fascinante. Quien no haya leído su novela “Respirando el verano” que da nombre a la colección, se ha perdido de un universo maravilloso y de una escritura magistral.
   Muchas gracias Gloria Helena por tu lectura y las preguntas. Pocas son las oportunidades de conversar con un lector con esta profundidad. Me hiciste reflexionar y siempre eso lo agradezco.
   Un abrazo de aire, hasta el físico que nos daremos pronto.

LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.