LA ESKINA virtual
No 6
LA ESKINA virtual
Grupo LA ESKINA
virtual:
Gloria Inés Ramírez M.; Carlos Lizcano; Jaime Rojas; Claudio
Anaya.
©Reserva de derechos de autor.
Las
opiniones expresadas en los artículos de esta edición son responsabilidad de
sus autores.
Luz Helena Cordero Villamizar
Estudió sicología en
la Universidad Nacional de Colombia, y obtuvo una maestría en literatura en la
Pontificia Universidad Javeriana, y se fue por las ramas hasta consolidar un
quehacer que hasta hoy ocupa sus días. Vive en Bogotá, donde ejerce su oficio literario en los géneros de cuento,
poema y ensayo.
Sus libros: Canción para matar
el miedo (cuentos, 1997)), y El puente está quebrado (relatos,
1998), obras publicadas por la Editorial Magisterio, narran situaciones
críticas desde la mirada de los niños.
Los libros de poemas, publicados,
son:
-Óyeme con los ojos, (Verdehalago, Ciudad de
México, 1996 y Editorial Trilce, Bogotá, 1996),
-Cielo ausente (Ediciones Sociedad de la Imaginación,
Bogotá, 2001),
-Por arte de palabras (Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 2009),
-Postal de la memoria. Antología
personal (Caza de Libros, Ibagué, 2010),
-y Eco de las sombras (Uniediciones,
Bogotá, 2018),
-Su libro Pliegos de cordel (Domingo
atrasado, Bogotá, 2019) reúne poemas, ensayos y crónicas.
Recibió mención de honor en el Premio
mundial de literatura José Martí, en San José de Costa Rica en 1997, y primera
mención en el Primer concurso de poesía Fernando Mejía Mejía, en Manizales en
1992. Su obra poética ha sido incluida en diversas antologías, y algunos de sus
ensayos y crónicas se han publicado en revistas académicas y literarias. Luz
Helena Cordero Villamizar es conocida como poeta, pues la mayor parte de su
obra en prosa está inédita.
Y SI ESTABA AHÍ
era
para que yo la adivinara,
tan
alta y lejana en mi gateo.
Tampoco
conocía las palabras
pero
no hacían falta para tocar
esa
luz rebosante de adjetivos:
tibia
azul
quieta
sosegada,
fulgor
plateado, la luna en el patio.
Tantear,
rozar apenas,
atrapar
ese ovillo de sueño,
ocultarlo
detrás de la mirada
y
despertar con un círculo
en
el lugar del corazón.
Humo de la voz
Eco de las sombras,
de Luz Helena Cordero Villamizar
Por
Claudio Anaya Lizarazo
La escritura de todo libro es una forma de regreso, a una imagen
impactante, a una situación que nos dejó su marca indeleble, a una época en la
cual se constituyeron nuestros primeros estupores y descubrimientos. Por eso,
todo libro, sea hablado o escrito, es un regreso en el cual debe regir la
exigencia de lo original y lo inusitado como búsqueda de la voz
propia, como requisito de acceso al hecho estético.
Eco de las sombras, poemario de la poeta santandereana Luz Helena
Cordero Villamizar, es un libro del regreso, un memorioso inventario de
recuerdos y situaciones, sucesivas en el transcurso del tiempo y ahora,
casuales en una memoria que al abrir las gavetas, los baúles y los álbumes, no
se conforma con mirar o enumerar los objetos reencontrados, tocarlos u olerlos,
sino que sigue el juego de la evocación propuesta por ellos y
redescubre, repasa y reafirma, los motivos fundamentales de la vida, de una vida
muy particular en la intimidad de sus rasgos; válido narcicismo que al
contemplar la imagen de sí, genera las maravillas de la conciencia, la
individualidad, la historia personal y colectiva, y el amor propio; necesaria y
fundamental actitud de rebeldía en estos tiempos de inmediatismo y amnesia
general, donde todo naufraga en un alma colectiva casi desprovista
de sustrato simbólico.
Con la muerte de los progenitores, regresamos a los asuntos
elementales de la vida, barro genésico amasado por sus manos y por medio del
cual hicimos nuestro ingreso en el mundo. Esta orfandad nos disipa las
vanidades, nos entrega a la soledad meditativa como guía para ese último tercio
de nuestro paso por el mundo. Entonces revisamos nuestra memoria como revisamos
las gavetas, los baúles de nuestros muertos, y encontramos la historia familiar
escrita o registrada de muchas maneras, con variados lenguajes y soportes,
entre ellos, uno que cobra inusitada importancia es el
lenguaje de los objetos, en la mudez de su reposo nos hablan de una serie de
sucesos por medio de una cascada de imágenes, para quedar gravitando al margen
del tiempo.
Se regresa al nombre original de las cosas para designarlas y para
hablar de sus elementales usos y funciones. Sentimos, vivimos y saboreamos así,
lo raizal, la médula de nuestra visión, encontrada también en nuestra
relación con los elementos naturales, el sol en el boscoso patio, los gatos
noctámbulos en el tejado, el áspero contacto de la madera de la rústica
escalera, la sedosa superficie del papel envejecido, los objetos y herramientas
en su lenta oxidación en el lienzo del recuerdo, las fotografías desteñidas, el
olor de la ropa clausurada, el sereno de plateados reflejos en el cuaderno y la
blanda luz de la luna.
LA ESKINA proyecto cultural y educativo.
Director: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
No hay comentarios:
Publicar un comentario