A ESKINA global 153

  LA ESKINA global ISSN 1900 – 4168

No.153 mayo de 2025, laeskinavirtual@gmail.com; http//bloglaeskinavirtual.blogspot.com; WWW.ELLIBROTOTAL.COM; Bucaramanga; LA ESKINA:: Gloria Inés Ramírez M. (diagramación y diseño); Claudio Anaya Lizarazo (edición y dirección).

©Reserva de derechos de autor. Las opiniones expresadas en los artículos de esta edición son responsabilidad de sus autores.

PÁGINA 1

Félix Domingo Cabezas Prado

Selección y presentación: Colombia Truque Vélez

Huele a raíces

Satinga
Sanquianga
Malanga
Talanga
Taganga
Huelen a ñame, a papa cun
A un plato de achín

Catanga
Tanga
Candonga
Canga
Candunga
Cañandonga
Huelen a tango
Y a un sentir de amor
En la Tierra Viva-en Abya Yala

Guagüí
Magüí
Telembí
Nuquí
Timbiquí
Güelmambí
Huelen a oro
Adentro de mí
Y de los Carabalí

Huelen a agua
Lloró
Tadó
Baudó
Quibdó
Opogodó
Ichó
Y Pie de Pató

Tapaje
Mataje
Peje
Huelen a vida

Chalchal
Cascajal
Calabazal
Chontadural
Congal
Cangrejal
Calichal
Huelen a encocao
Cocofrito y a naranjal

Chaldé
Pildé
Yagé
Teté
Beté
Huelen a un no sé qué
Alucinante y penetrante

Tribugá
Painandá
Chanzará
Pichimá
Saija
Teranguará
Huelen a hermandad,
A caramba
Y a Ubuntu
Entre el río Mataje y Cabo Tiburón

Sequihonda y Charambirá,
Salahonda
Cajambre y Usaragá
Chanzará y Citará
Forman la uramba allá en Micay
Y la minga en Yurumanguí,
Y en la cocina
Huele a raíces de ancestralidad
Tejidos en lontananzas de recuerdos idos.


PÁGINA 2
   
Félix Domingo Cabezas Prado, nacido en Barbacoas (Nariño) en 1950, conocido como el poeta del Telembí, es un autor muy prolífico, cuyo último libro de poesía reúne dos colecciones bajo el título de Piel Pacífico. Más amor, más cariño.

"Su obra es rutilante y esmeraldífera como el telembí, cuando le canta al amor; destellante y aurífera como los playones de sus ríos, cuando le compone a su tierra; preciosa y constructiva como las maderas de su selva, cuando se refiere a su gente; avasallante y concreta como el embate de sus ríos, cuando se trata de decir la verdad”, sintetiza con acierto refiriéndose a su escritura, Jorge Iván Fernández González, autor del prólogo de este poemario.

De allí he tomado los textos que hoy ofrecemos a nuestros fieles lectores. Los invitamos a navegar en las aguas de su bella poesía.

 Autor: Félix domingo Cabezas Prado: Móvil: 3154249138; Email: fedocp1950@gmail.com

Mesa de nostalgias


Abría sus brazos
La mesa de madera
El sábalo, la doncella,
El barbudo, la guaña/guchupé
Eran el centro de los patacones,
Del café y del chocolate

Apetitosos nosotros

El olor del cariño
Se veía por todos los confines de la mesa
Y se sentía en el centro de las manos

Más veces, la mesa era la playa,
Por platos la hoja de bijao,
Los utensilios los dedos y las manos;
Y el menú el pusandao, el tapao,
El pescao frito, el pastel de arroz
Añoranzas del sazón de las abuelas,
Y del sudor de los abuelos
Eminentemente laboriosos

Almirajó, borojó, guaba, zapote, caimito
Piña, chirimoya, bacao
Disputábanse el cómo llegar al paladar

El agua y el monte: el maná

Hoy: Agua y monte
Rotas sus alas por ajenas ambiciones.

Voces de libertá

Bombo guasá cununo marimba
Marimba cununo guasá bombo
Guasá marimba bombo cununo
Cununo bombo marimba guasá
Gritan. Corean. Llaman
Son la voz
Llameante de libertá
Raíz. Semilla. Canto
Palabras de resistencia
Emancipación e identidá

Cununo bombo marimba guasá
Brotan de sus adentros
Pangos, jugas y carambas
Que hablan de humanidá.

Dibujos de mi hermana

A mis hermanas:
Ruth Magdalena,
Olga Adela,
Crmen Ángela Colombia.

Mi hermana
Dibuja
El amor de su vida

Lo pinta, lo repinta
Lo muestra a su alma

Al acercarlo al espejo
Descubrió
Que no le pertenecía

Ahora el retrato
La persigue

En el centro de su alma,
Y se sienta en su corazón
Con cierta melancolía

Dibuja ahora mi hermana
Una Sirena con mil alas.

CANTO PARA RECOBRAR MI ALDEA

 Por Claudio Anaya L.

 Los poemas de Félix Domingo Cabezas Prado, reunidos en su libro Piel Pacífico, publicado en Cali en el año 2025, son un canto alegre para encontrarse con los dones de la Tierra, entre ellos, la poderosa corriente de la ancestralidad entrañable, en la cual, la Tierra es la gran madre, que a través de los poetas nos regala estos cantos de pretendida vocación genésica.

Esta poesía es ante todo un canto rítmico, apoyado en el contraste i la combinación de palabras, que suenan como bongos lejanos i como cencerros cercanos, sonidos pasados por agua i por sol, i que nos traen las imágenes de los apetitosos frutos de la Tierra, poniéndonos ante su belleza como redescubriéndola, éste, es un carácter revelador de la poesía de Félix Domingo, i nos recuerda una posible tradición poética a la cual, tal vez, él pertenezca: hablo del cubano Nicolás Guillén, del antioqueño León de Greiff, del monpoxino Candelario Obeso; por esos juegos i malabarismos telúricos que se originan en lo oral i se fijan en el texto, pero conservando ese acusado carácter de palabras al aire.

Este arraigo por el terruño, representa en nuestro imaginario propiciado por estos cantos, el estado ideal de integración del hombre con la naturaleza; aquí se vive a escala humana o sostenible, el hombre toma de la Tierra sólo lo necesario; es muy posible que sea este panorama, el origen de esa nostalgia que nos toca con su manto, cuando oímos de la Tierra a sus juglares.

Le robaría un verso de sus cachetes

Mary Grueso Romero

Árbol enraizado en las entrañas

Del monte y del manglar,

Palabra apacible

Anidada en el árbol de la fraternidad;

Mirada de Sol surtida de sortilegios,

Casa de la ternura de los sueños cumplidos;

Música del aire

Durmiente en nuestros adentros;

Miel de la ancestralidad

Navegando en un barquito

Hacia el horizonte de la vida

 

Su voz resuena en el corazón

De la niñez,

Del nosótricos

Y del Mundo

Como un verso contento

Sonsacador de la melodía

Del elíxiir predilecto de la amistad

Sin límites

 

Abeja laborisa de alas multicolores

Tejidas

Con  la inmensidad superlativa del amor,

Trenzada de identidad afrodiaspórica

Derribadora de murallas de inequidad

Y discriminación racial

 

A Mary Grueso Romero

Le robaría un verso de sus cachetes

Mientras vuela la primera lluvia caminante

Sobre los techos de su alma.

  

Mito arbóreo tropical

 El árbol considera

El canto del búho en el día

Como presagio

De perder lo tuyo

De perder lo mío

De no encontrar la salida

Del Agujero Negro

 

El árbol

De tus angustias y tormentos

Vive hasta la última

Gota de su final

 

La planta

De tus sueños y esperanza

Expira

Antes del amanecer

A pesar de tus hondos desvelos

 

¿Tendrá el árbol el poema?

Zancudo y pájaro

 Veíase en el espejo

Tío Zancudo

—¡Ayyy, soy HERMOSO!

 

El pájaro

Veía un doble zancudo

En el espejo

 

—¡No eres hermoso, eres SABROSO!

  

Aprovecha

Vuela

Ahora que tu vigor está libre de ataduras

Y el tiempo anda a poca prisa

Vive sin límites

 

Canta

Hasta que las alas del insecto

Se transformen en gaviota

Y así tú sentirás lo inmarcesible

 

Disfruta en silencio el aleteo de los pájaros

No hay otro cielo ni otro infierno

Existes con tu existencia

 

Aprovecha esta lluvia feliz

Antes que las garzas

Doblen el espacio

Y los cabellos duerman

En los esteros del horizonte

 

Viaja a ritmo de ola

Ese vigor se fuga

La flor queda sin pétalos

El árbol se desala

Obsequia sus deseadas hojas

Un frío intenso le recubre sus mañanas

Quiere alzar el tono de la nota

Y el canto ya no aflora en su débil garganta

 

Agoniza todo

A ritmo de sinfonías de silencios

Con pausa se rompen los cueros

Del tam-tam de los tambores

Con la lentitud de antiguo mar

De algo que quiere morir, pero no muere

 

Si puedes

Agoniza de la dicha. El mundo te pertenece

Viniste a devolver la esencia

A disfrutar

Lo que te ofrece la generosa vida

Canta, vuela; vuela, canta y danza

Antes que la madrugada

Retorne en su milagro.


Barbacoas, vas en las alas del alma


Cuando te miro me provocas un verso,

Un largo verso

Que vaya de Urabá al río Mataje,

Y desde la Isla Malpelo

Hasta Los Farallones del amor.

 

Tus ríos con peces de colores

Bañan tus pies

Tu tierra es tu cama

Abrazada por el tiempo

Tu piel la toca la mirada de la brisa

Entre noche y noche,

Entre día y misterio

 

Jamás dejas de compartir

Tu cielo

Das amor y paz

A la ingratitud

Como un mar de poca sal,

De olas gigantes

Y de aguas profundas

 

Tu belleza, hermosura y talento

Enamoran, hipnotizan

Más allá del corazón,

Tu primor se adentra

En la magia de este territorio

De pasión.

 

Este es mi pueblo

Tu pueblo, nuestro pueblo

Vestido de flores amarillas

De los gomas y del oro

De su vientre ensoñador

 

Este mi pueblo. Tu pueblo

Nuestro pueblo

Pincelado por estrellas

Sus ríos de luceros

Diluidas esmeraldas

Reflejan la danza de la Luna

Entre sus aguas

La música del viento

Trae en sus brazos

Los cantos de los pájaros

La fina voz de la marimba

Y el susurro

Del oro y del platino

En sus entrañas

 

Barbacoas

Nos has puesto en las manos

Tu sudor,

Has entregado tu vida

Hasta tus lágrimas,

Nuestro universo eres tú: Barbacoas

Cálido mundo amplio,

Cosmos henchido

De alegría y regocijo

Cuando nos mira,

Sus grandes brazos

Nos dan mil abrazos de bienvenida

Y con tu voz de madre

Y tu mirada tierna

Te adentras a nosotros

A revivir la nostalgia de niñez

 

Están en ella

La voz de las mayoras y mayores,

La mamitica12, el papatío13

La mamatía14

El tío, la tía15

El papachiquito16,

La mamachiquita17

Resuenan en las profundidades

De tus versos;

La voz del respeto y la obediencia

A los mayores

Están allí, insertas

En el núcleo de asombro

 

Voces de los pájaros, libres

Del insecto ‘achicaposo’ [libélula]

El silbo de la víbora

Antes de engullirse

Los huevos de las aves;

Los hijos de los pájaros

Tragados por otros pájaros;

Los frutos prohibidos

Comidos por la voracidad

Del trashumante

Sonsacado el palpitar del corazón

 

La voz de los árboles

Movidos por el céfiro

En su danza de amor

Van y retornan con ella

A placer

 

La voz de ríos, quebradas,

Y de las cascadas alegres

Finas y dinámicas

Penetran

A donde más se sienten,

Y son un sentir

Esa voz va por siempre

En los adentros

De lo eterno, de lo inmenso

 

¡Hola, qué tal,

Barbacoas y su carnaval!


Su carnaval del oro,

De la vida,

De la hermandad

Polvo, venido y salido

Del polvo,

Retorna a polvo;

Agua de aguas

Refrescantes, salvíficas

Salpicadas en las noches de luceros

Reinas sílfides

Dotadas de aquella hermosura

Indefinible

Balleneras. Murgas

Carrozas. Comparsas

De rostros de ancestralidad,

De ritmos epilépticos,

Electrizantes, y de colores sicodélicos

Vivaces,

Orquestas foráneas

Jártanse el erario,

Poco o nada retorna

En contraprestación

 

Mi Barbacoas, tu Barbacoas

Nuestra Barbacoas

Lame, saborea

Bebe el olor florecido

De las ondas oceánicas

Y ribereñas

Te hablan al oído tus ríos:

Telembí

Guagüí. Telpí

Ulí. Ñambí. Planchira

Culbí. Quembí

Güelmambí. Inguambí

Caindú. Yacula

Güiza. Pipalta

Yamunde. Punde 

 

El tubo silba

El agua potable se ha fugado

De los grifos,

Y si una gota llega

El dinero de la alcancía

No alcanza para pagar su costo

 

Los embiles/imbiles

Iluminan las chozas del campesino

Y las trochas caminos

No unen, distancian, dislocan

 

Cantan y gritan tus cascadas y quebradas

 

Tu fervor espiritual

Va en las alas

De la virgen de Atocha, tu patrona

A quien oras y arrullas

De amanecer en amanecer

 

Tu agua fortifica. Ama

Barbacoas. Barbacoas

Sueño con tus versos

Con tu ímpetu de entregada

Desde niño

Mecido en tus brazos de madre

Meciste a mi madre, a mi padre

A mis ancestros

Y ahora, nuevamente me acunas

En tu tierno pecho.

 

El glifosato te roba tu oxígeno,

El mercurio

Hiere de muerte tus entrañas,

La tala inmisericorde de tus bosques

Te dan escalofrío

Y la dinamita asesina tus peces

Rompiendo tus oídos

 

Ayer, antes del atardecer

Estuviste bañada de opulencia

Pianos de cola

Tiranizando a la marimba,

Violines

Cortándole la voz a bombos y cununos,

Órganos

Sacándole los ojos al guasá,

Y la Cruz

Incendiando, convirtiendo en cenizas

Al bambuco viejo, al aguabajo

Al tambambé y a la caramba

 

Barbacoas. Estás cara a cara

Con la consciencia derretida,

Perdida, ensangrentada

Aventuras del desierto de la aridez

De tu cuerpo maltratado

Y alienado sin contemplaciones

Por los tentáculos

De ese monstruo

Al cual tú ahora perteneces.


 LA ESKINA global proyecto cultural y educativo.

Edición y dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño y diagramación: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.
LA ESKINA global es un proyecto cultural de distribución gratuita.

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