LA ESKINA global , periodico cultural

domingo, 26 de abril de 2020

LA ESKINA cartel poético N- 27,28,29,30,31

LA ESKINA
en su temporada retro,
viajando a su primera época cartel poético
" UN EJEMPLAR ES PARA MUCHOS"
De la edición veintisiete, a la edición treintaiuno
Ejemplar n – 27- FREDDY ÑAÑEZ

Ejemplar n – 28- ESMIR GARCÉS

Ejemplar n – 29- JADER RIVERA

Ejemplar n – 30- RAÚL MORENO JEREZ

Ejemplar n – 31- CARLOS ARNULFO ARIAS

Tema musical: TODOS LOS CABALLOS BLANCOS
Intérpretes: - Leon Gieco

Fundadores: Claudio Anaya Lizarazo - Javier Felix.
Apoyo editorial de esa época: Daniel Navas.
Diseño del video: Gloria Inés Ramírez Montañez
https://youtu.be/jLz5LOMzoxs

LA ESKINA global es un proyecto cultural de distribución gratuita.

 

LA ESKINA global proyecto cultural y educativo.

Edición y dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño y diagramación: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.

domingo, 19 de abril de 2020

LA ESKINA cartel poético 22.23, 24,25,26.

LA ESKINA en su temporada retro,
viajando a su primera época 
cartel poético
"UN EJEMPLAR ES PARA MUCHOS"
De la edición veintidós a la edición veintiséis
Ejemplar n – 22- ARMANDO OROZCO

Ejemplar n – 23- FERNANDO LINERO

Ejemplar n – 24- SAÚL GÓMEZ MANTILLA

Ejemplar n – 25- OSCAR SCHOONNEWOLFF

Ejemplar n – 26- PEDRO PABLO VIVAS
 Tema musical: Pica el mosquito  
intérpretes: NORO MORALES

Nicho LA ESKINA, instalación en el Museo de Arte Moderno

De Bucaramanga, obra del maestro JORGE TORRES.
Fundadores: 
Claudio Anaya Lizarazo, Javier Felix.

Apoyo editorial de esa época: Daniel Navas.
Diseño del video: Gloria Inés Ramírez Montañez

LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.


miércoles, 15 de abril de 2020

LA ESKINA virtual número 14

No 14

LA ESKINA virtual 
14 
MENSAJES DE LOS LECTORES
LA ESKINA ha querido reunir en esta edición, comentarios de algunos de sus lectores, con el ánimo de darlos a conocer a sus lectores en general, y estimular así su participación, la cual puede llegar a integrar su entorno a esta publicación cultural.



Lisbeth Torres (Gestora Funcinep) Comentario sobre Divertimiento filosófico (LA ESKINA magazín No.71): “Les recomiendo este interesante artículo que me dejó muy motivada para continuar la tarea maratónica de la preservación de la memoria... y como en los buenos restaurantes... escrito por su director”.



Saludo de Mónica Triana,
(poeta) (LA ESKINA magazín No.72):
Hola buenas noches Claudio.
Te escribe Mónica Triana. Recibí una bella sorpresa con la publicación en tu periódico. Que además es muy interesante. Te agradezco mucho y me dio gran felicidad.

Pues me siento muy agradecida, Claudio, realmente fue una sorpresa porque no me lo esperaba y me apareció este sobre y cuando lo destapé me dio mucha emoción, mucha alegría, y ver tu periódico que se nota que tiene todo eso que describes, se nota ese gran cariño por las artes, ese valor tan grande como por toda la escritura y la palabra, entonces, pues eso es una gran (…) para mí es bendición porque necesitamos de todas esas personas que valoren las artes así como tú lo haces. Te agradezco muchísimo y les deseo lo mejor, también con el periódico, que vengan muchos triunfos y pues, aquí estamos con mucho gusto para lo que sea aquí en Bogotá. Muchísimas gracias, un abrazo, y muchos éxitos y muchas bendiciones.

Carlos Augusto Pereira Martínez (escritor) Lectura sobre LA ESKINA en general: Estoy como el topo, metiéndole ojos a esta Eskina, y encuentro oportuna la invitación a los lectores a retroalimentar con sus cartas, el magazín, como cuando no había aparecido el internet, que dio paso a los blog, los periódicos y revistas digitales. Creo, que para movilizar la interactividad con el lector -sin dejar de lado la estructura- hay que hacerle sentir que La Eskina es él, y ya abren el camino con la invitación a escribir. Y, que no aparezca (el lector) como invitado de piedra, ya será en una sentada del consejo editorial, donde decidirán la manera. Un abrazo.

Sobre LA ESKINA magazín No. 71: Claudio, una crónica bien jalada, (divertimiento filosófico) para tratar un tema -aparentemente- agotado, como se trata del tiempo. Pero, siempre he pensado, y su crónica lo corrobora, que el tiempo es historia, y la historia implica una pisada, un hacer, un construir, por eso más que subjetivo es cultural, y paradigmático. Un abrazo, Claudio.

Sobre LA ESKINA magazín No. 72: De los poemas de Mónica Triana me atraen la brevedad, y esa necesidad de hoy de escribir corto. El de la muerte con un buen cierre, al observarla, en la figura, de que su tránsito a ella, es un cambio de paisaje, por lo que los colores son otros. Sobre las consideraciones de Pichuco y la carta del Jefe indio Seattle, considero que el desarrollo sostenible es un fracaso, cuando a quienes manejan los medios de producción, los alienta solo la competencia a ultranza, de un neoliberalismo que no se despega del apocalíptico hidrocarburo, y la minería se reactiva con su paso destructor de ecosistemas. Por otra parte, qué bien que se trate lo de la penetración del inglés en nuestro idioma. Ya el español es un espanis.inglis, una mescolanza que no solo lesiona la gramática y la sintaxis, sino la buena escritura del español. Saludos.

Comentario al respecto de Giovanni Papini (LA ESKINA virtual No.13, abril 8 de 2020): Giovanni Papini, acudió a Gog, no como algunos lo piensan, por utilizar un seudónimo. No lo creo. Su Gog, era un heterónimo, en la misma funcionalidad de los heterónimos del poeta lusitano, Pessoa: hablar desde las distintas personalidades de un sujeto.
Sin Gog, Papini no hubiera podido manifestar su necrofilia por las ciudades de civilizaciones ya muertas. Son los troncos de columnas, arquitrabes rotos los que le causan una emoción de cadaverina arquitectónica exquisita. Ese papel necrológico se lo dejaba a Gog, que no sentía pudor alguno por expresar su pasión por lo necro. Papini, sólo estaba habilitado, para la vida de la modernidad  y sus ciudades vitales.
 (Humo de la voz) 
EL MELÓMANO (Salsa y Bembé)
Bucaramanga, diciembre de 2019
Por Claudio Anaya Lizarazo
Sí, amigo Beto, conocí al personaje hace ya varias décadas, era de los colinos del Álvarez, ¿no lo recuerda? Es hermano de un pintor, un paisajista que vende sus cuadros por la calle, los vende porque los camina, es un bárbaro para insistir, sobre todo ante los hijueputivos de los bancos i de las empresas; yo pienso que más bien es un artesano, pero bueno, él dice que es pintor; así como el personaje, antes decía que era sociólogo, que tenía alma de sociólogo… desde entonces nacieron mis dudas, pero como yo no era de su combo, poca importancia le di, al fin i al cabo pocas veces nos hemos visto, pero debo reconocer que hay en él cierta delicadeza indefinible, cierta dignidad que le confiere un claro perfil de intelectual inubicable. No sé si será sociólogo o si quiso serlo, no sé a qué se dedicará, a qué se habrá dedicado durante toda su vida, es muy probable que a muchas cosas i a nada. A este tipo de personas las conozco bien, por lo menos a las de nuestro medio porque veo, siento i sé, sobre las circunstancias sociales e históricas que hemos pasado todos, aguantando, chapaleando cada uno a su manera, con seguridad disimulando, para no aparecer como el cagatinta del grupo… ahora lo veo así, pues de joven uno tiene la chispa, pero es una chispa huérfana porque le falta la experiencia vital que se va acumulando con los años i que es precisamente la que le aguza a uno el olfato. A veces huelo que el olfato es el más importante de los sentidos, pues tiene conexiones profundas con los instintos i es tal vez la quintaesencia de la razón, el motivo medular de nuestra supervivencia.

Amigazo William Alberto, el “disckjey” quiso saber mi opinión sobre la música que estaba colocando, i me pasó un papelito para que apuntara cinco temas que quisiera oír i lo hice, i mientras cantaba Henry Fiol, él se deshizo en elogios sobre su música preguntándome si lo había conocido; le mentí que en Nueva York en el noventaidós, le dije también que se disfruta su música pero lo que más me pareció interesante fue el lento aterrizaje de sus borracheras i rumbas, de un singular tono “filosóficosuicida” que nos habla sobre la pifia de la vida ante la cual sólo queda la embriaguez del momento, la embriaguez de la rumba, del instante de la música que es sueño cósmico, de la música que es eternidad.

Estamos pasando de los sesenta i dentro de poco estaremos pegados a los setenta, i lo que me maravilla es nuestra insistencia en la nota que tuvimos de jóvenes: mire al personaje con su jean desgastado, asunto diferente a los que compran los jóvenes ahora con agujeros confeccionados, obsérvelo acompañado de su pelito, hoy sábado en la noche, en ella veo la mujer madura que no lo entiende bien en su melomanía, pero él no lo toma a pecho pues debe estar poderosamente atraído por su cuca nacarada, termina ella recordándome a esos levantes tímidos que hacíamos entonces i que la mayoría de las veces no lo  daban ni  a oler pues en esa época las mujeres de esta ciudad eran otras, tímidas i recatadas, además funcionaba la autoridad paterna respaldada por la autoridad materna, que era en realidad la que sabía para dónde iban las cosas i cómo habrían de terminar. Bueno, el caso es que nuestra generación, como todas, tal vez, lo que quería era divertirse, sentíamos esa urgencia por conocer el mundo i las cosas que nos traía la vida, creíamos que podían tomarse algunas, tuvimos sueños i luchamos por ellos, aunque en realidad fuimos flojos i tal vez lo que más hicimos fue soñarlos, por dos circunstancias permanentes: las dificultades en un medio excluyente i nuestra disposición entre impulsiva i facilista. De todos modos, con logros o sin logros, quedamos inscritos a una época i a la cultura de esa época, a sus modas i a su discurso. Por eso frecuentamos estos sitios, los que quedan, queremos encontrar reminiscencias de nuestros años despreocupados, venimos porque todos creemos como el personaje, del cual me gustaría saber su nombre, que seguimos siendo los mismos, todos nos empeñamos más en disimular la precariedad que las canas, por eso llevamos el compás de esta música caliente con las manos o los pies, por eso los dueños del negocio reparten entre los clientes maracas i cencerros, conocen bien nuestra  insulina, por eso el “disckjey” se sienta junto a algunos clientes, a quienes les ve chispa, les habla con pinceladas muy sueltas de la historia de esta música i hasta les deja programar varios temas, como a nosotros. Se acerca con un papelito i un lapicero no sólo barato sino semidestrozado para que le apuntemos algunos temas, i claro, uno apunta los temas de su raigambre i queda metido en el baile pidiendo cerveza mientras terminan de pasar la lista, para entonces, ya uno está picado i piensa en pasar otra lista i hacemos cuentas mentales e iniciamos a romper el primer círculo de prevención de nuestro presupuesto. Como le leí al maestro Julio Olaciregui si mal no recuerdo, en alguno de sus relatos: “Sólo trabajamos para poder bailar”; casi siempre es así.

LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.


sábado, 11 de abril de 2020

LA ESKINA cartel poético 16.17.18.19.20.21.

Temporada retro en
En su primera época
cartel poético
" UN EJEMPLAR ES PARA MUCHOS"
De la edición dieciséis, a la edición veintiuno


Ejemplar n – 16 - CARMEN DE GÓMEZ MEJÍA
Ejemplar n – 17 - ANDREA COTE BOTERO
Ejemplar n – 18 - AURELIO ARTURO
Ejemplar n – 19 - TIRSO VÉLEZ
Ejemplar n – 20 - JOSÉ ASUNCIÓN SILVA
Ejemplar n – 21 - FRANS SAÚL ACEVEDO PINTO

Tema musical: GRANITO DE ORO
 (José A. Morales)
TRÍO ALMA NACIONAL “Ya era hora”
intérpretes: RAFAEL APONTE, 
FERNANDO REMOLINA,
LUIS EDUARDO FRANCO
Fundadores de LA ESKINA cartel poético: Claudio Anaya Lizarazo - Javier Felix. 
Apoyo editorial de esa época: Daniel Navas.
Diseño del video: Gloria Inés Ramírez Montañez

LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.


miércoles, 8 de abril de 2020

LA ESKINA virtual 13


 EL HOMBRE Y SUS DELEZNABLES IMPERIOS
*Lectura incómoda para tiempos de peste*
Humo de la voz
Por Claudio Anaya Lizarazo
“… Dios perdona,
pero el tiempo a ninguno…”
(Letra de una ranchera de Juan Gabriel)

      Mi solitaria y urbana vida se entretiene con mi biblioteca, conformada por los libros que he ido acumulando a través de los años y las décadas, y que hoy en día, he ampliado soberbiamente con una gran colección de libros digitales; pero sin importar el soporte, las bibliotecas siguen siendo para los solitarios, no una ventana sino una geografía por la cual se avanza como si fuéramos a pie, se sienten las ondulaciones, las cuestas y las pendientes del camino, se disfruta así, mucho más…
      Una tarde, revisando los anaqueles, con intención de sacudir el polvo a mis libros, al tomar una vieja edición terminé releyendo algunas de sus páginas y me encontré con un texto del escritor italiano Giovanni Papini, pero atribuida  su autoría a Gog, de quien Papini dijo haber recibido el manuscrito. El texto se titula: “Cadáveres de ciudades”, y consiste en el relato del viaje de un multimillonario extravagante y excéntrico, por varias de las ciudades míticas e históricas sobre las que se han construido o han girado, los paradigmas de las más importantes civilizaciones.
      Gog es un viajero escéptico, poseedor de un criterio escatológico aunque no exento de cierto toque de lucidez, con el cual mira a la gente y lo que encuentra en el mundo, más que a las ruinas que visita durante su singular viaje. Su relato me hace pensar en los aciagos tiempos de crisis y pestes, y veo también al igual que Gog, tal vez, que el tiempo de las vanidades humanas y de la locura es permanente. No sabemos ahora las reales circunstancias que nos trabajan desde adentro, no sólo a mí o a nosotros sino al actual mundo y su civilización tecnologizada, al igual que la mayoría de las ciudades visitadas por Gog, no supieron del germen que prosperaba a su sombra y que fue la causa de su destrucción.
      Gog es el salvaje con dinero, que en determinado momento se detiene interesado en echar un vistazo al mundo de la cultura, al cual casi no puede apreciar porque la práctica de los negocios le ha esterilizado el alma, privándole de sus fibras sensibles pero dejándole un descreimiento corrosivo y a veces, extrañamente clarificador; sin haber superado además el estigma de lo novedoso y lo extravagante. Gog es el primate acaudalado, que medra oculto en el pragmatismo de quienes sólo creen en el mundo material, y marchan ciegos tras unas ciencias y unas tecnologías, liberadas al arbitrio de su celeridad.
CADÁVERES DE CIUDADES
Por Giovanni Papini (Gog)
(de: Gog y El libro negroGiovanni Papini; obras, Aguilar S.A. Ediciones, Madrid 1957, traducción de Antonio de Ben)
Nápoles, 12 de octubre.

Estoy casi al final de un viaje a través del viejo mundo, en busca de cadáveres. Itinerario de ruinas y de metrópolis. En vez de detenerme en las ciudades de  los vivientes, he ido en peregrinación a todas las ciudades muertas, pobladas de sombras. En Egipto, dejando a un lado El Cairo y Alejandría, he visitado Heliópolis y Tebas; en Asia, resarciéndome de Troya, he visitado Pérgamo, Sardi, Ancira, Jericó y, adentrándome en el desierto, la fabulosa Tadmor de las mil columnas, Ecbatana, la ciudad de los magos, y, finalmente, Nínive y Persépolis, conglomerados de escombros imperiales. Luego he vuelto a Europa: en Creta me he paseado entre los palacios desenterrados de Cnosos y de Tirioto; en Grecia he contemplado los restos de Eleusis y de Delfos; en Albania, los de Butrinto. Por fin he llegado a Italia. En Sicilia no me he detenido más que en Selinonte. Conocía Pompeya, pero he querido volver a ver Herculano; he ido al sepulcro de Cuma (encima de la Caverna de Sibila) y he llegado hasta Pestum, la antigua Posidonia. Ahora me quedan, hacia el Norte, Ostia, Norba, Vetulonia y Populonia.

No puedo decir que las haya visto todas, pero sí las más famosas. Estos esqueletos pétreos de las antiguas colmenas humanas me atraen infinitamente más que las vulgares metrópolis donde se amontonan las carroñas de mañana. Las columnas mutiladas no sostienen ya los arquitrabes: el cielo ha recuperado la bóveda del templo. El sol ha vuelto a los sótanos y a las criptas; las casas están reducidas a paredes desmanteladas; palacios y sepulcros están igualmente despoblados de habitantes; por todas partes cenizas, polvo y silencio. Sobre las piedras desunidas de las calles no pasan ya los poderosos, los amos de las casas y de las provincias, sino solamente zapadores, arqueólogos, peregrinos; servidores y amantes de la muerte. En las estancias donde se reía y se amaba, cae ahora la lluvia libremente; en los anfiteatros se calientan al sol las lagartijas y los escorpiones; en las cámaras de los reyes hacen sus nidos los búhos y las abubillas.

A otros, estas ruinas de grandeza, estas capitales de placer y de orgullo reducidas a murallas cubiertas de hierba, inspiran, quizá, tristeza. A mí, no. Mi gusto por la destrucción y la humillación se ve fastuosamente saciado en estos laberintos de escombros. A veces mi orgullo disfruta; en medio de esta destrucción, yo estoy vivo; a veces gozo la voluptuosidad de la humillación: también nuestras ciudades serán semejantes a éstas y nuestra soberbia tendrá el mismo fin. Pero siempre, de un modo u otro, el alma sale de lo corriente: Palmira me ha conmovido bastante más que Londres.

Las ciudades abandonadas o desenterradas son incomparablemente más bellas que las vivas. La imaginación reconstruye, completa y obtiene un conjunto más gigantesco y perfecto. No hay nada tan verdaderamente maravilloso, para mí, como lo que no está acabado o lo que está casi destruido. Y el olor de la muerte es un elixir poderoso para quien sabe que tiene que morir.

El día que fui al Pesto, el cielo estaba tempestuoso. Pero fue suficiente con que un poco de sol resucitase el templo de Neptuno, con sus poderosas columnas color de miel, corroídas por los siglos, pero terriblemente vivas, casi troncos de piedra surgidos de la tierra, para que volviese a ver un momento toda la luz y la vida de Grecia. Aquella gran casa muerta de un dios muerto, posada en medio de las hierbas y de los asfódelos florecidos, entre los lejanos montes oscuros y el cercano mar mugiente, me pareció más viva y esplendorosa que la misma naturaleza. Había allí cerca una muchacha morena bellísima, con un pañuelo rojo en la cabeza y dos ojos de ángel nocturno; y era ella, junto al templo, la que parecía muerta.
 
(Giovanni Papini, Obras,
Aguilar S.A. Ediciones,
Madrid 1957)



LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.


viernes, 3 de abril de 2020

LA ESKINA cartel poético, temporada retro N- 11-12-13-14-15 A- 15 B.

 
Temporada retro en
En su primera época
cartel poético
" UN EJEMPLAR ES PARA MUCHOS"
De la edición once, a la edición quince B


Ejemplar n – 11
 Enrique Chaparro Meza
Ejemplar n – 12
 Julio Cesar Correa

Ejemplar n – 13
Nuestra señora de la esquina

Ejemplar n – 14
Luis Vidales

Ejemplar n – 15 A
 el norte mundo de letras 
“ EN ATARDECER”

Ejemplar n – 15 B
el norte mundo de letras
 “LA NIÑAS Y LA LUNA”

Tema musical:
Incredible Gypsy Jazz Band  Call to Book (801) 796-3991
Fundadores: Claudio Anaya Lizarazo - Javier Felix.
Apoyo editorial de esa época: Daniel Navas.
Diseño de video: Gloria Inés Ramírez  M

LA ESKINA 
proyecto cultural y educativo.
Dirección: Claudio Anaya Lizarazo.
Diseño: Gloria Inés Ramírez Montañez
Bucaramanga, Colombia.